Hábito de succión (chupete,
pulgar u otros dedos)
El hábito de succión que
presentan los niños pequeños se debe a un reflejo natural que tenemos los seres
humanos y que ya estaba presente en su hijo cuando aún se encontraba en el
útero materno. El deseo de chupar está relacionado con la capacidad de
supervivencia, ya que le permite alimentarse y crecer Es un mecanismo reflejo,
es fácil observar que permanece succionando, incluso después de haber terminado
la toma, e incluso podremos apreciar en las primeras semanas, que succiona en
cualquier momento que se le pone algo en
la boca. Los bebés experimentan una sensación de seguridad derivada de la
succión. Esta les relaja y tranquiliza. Debemos tener en mente que cuando un
bebe, o un niño pequeño está realizando chupeteo continuo o succionando, está obteniendo
una sensación placentera, reconfortante, y proporcionadora de seguridad.
La mayor parte de los niños
abandona los hábitos de succión antes de los cuatro años, sin que se ocasionen
daños permanentes.
OTROS HÁBITOS PERJUDICIALES
RELACIONADOS CON LOS ANTERIORES
Caries precoces de la dentición de leche: “Caries del biberón”
Muchos niños pequeños
satisfacen el deseo de chupeteo, succionando continuamente un biberón o dando
sorbitos repetidos y continuos de un vaso. Esto nunca es recomendable, aunque
no suele resultar perjudicial si el contenido del recipiente utilizado es,
simplemente agua. Si se trata de bebidas azucaradas, de zumos o de leche -
biberones en el primer año de vida- ponen, entonces, a su hijo en una situación
de alto riesgo de presentar caries de forma masiva en la dentición de leche.
El riesgo de desarrollar
“caries del biberón”, es, precisamente, la costumbre de usar un biberón para
que se quede dormido succionando. Esta es una malísima costumbre que se debe
desterrar
Daños y problemas a largo
plazo motivados por las caries del biberón:
Esta destrucción extensa de la dentición de leche puede causar serios problemas
en la dentición definitiva. Las “caries del biberón pueden” causar problemas en
la alineación y en otros aspectos de la dentición definitiva.
POTENCIALES
PROBLEMAS DERIVADOS DE ESTOS HÁBITOS
EFECTOS
POTENCIALES, NEGATIVOS Y POSITIVOS, DEL HÁBITO DE USO DEL CHUPETE
Efectos sobre la salud dental:
Las
situaciones de succión enérgica y chupeteo continuado, tanto del chupete como
del pulgar u otros dedos, son hábitos que pueden causar, como consecuencias,
deformidades en la boca e impedimento el correcto alineamiento de las piezas
dentarias. Esto es lo esperable en niños que están todo el día con el chupete
en la boca, incluso cuando corren y juegan.
Si el hábito no es tan enérgico y se limita a algunas situaciones concretas del
día, lo normal es que no cause ningún perjuicio permanente y que se consiga una
correcta mordida, siempre que el hábito desaparezca antes del inicio de la
erupción de los dientes permanentes (hacia los 6 años).
El
niño conseguirá una mordida correcta, si el hábito ha desaparecido antes de los
3 años.
En cualquiera de los casos, si el hábito aún se mantiene
hacia los 6 años de edad, nos vamos a encontrar con una variada clase de
problemas:
· Los dientes centrales inferiores se desvían hacia dentro, mientras que los
dientes centrales superiores se separan y desvían hacía afuera.
· Se deforma y estrecha el techo de la boca. · Las arcadas dentarias, inferior
y superior, se desajustan y pierden la alineación correcta. Se producen las
denominadas mordidas alteradas “abierta” o “cruzada”. Cuanto
más se prolongue en el tiempo el hábito de succión, mayor será este efecto
deformante.
Chupete y lactancia maternal. Interferencia y efecto sobre la duración de la
lactancia al pecho:
El principal problema del uso del chupete parece consistir en causar
dificultades en el periodo de instauración de la lactancia (dos o tres primeras
semanas de vida). La introducción del chupete antes de finalizar este periodo
puede reducir la motivación del bebe para lactar así como causar otros
desajustes. Influencia del chupete en la frecuencia de infecciones del oído:
Parece quedar demostrado que el uso del chupete constituye un factor de riesgo
para el desarrollo de otitis media. El aumento del número de episodios de
otitis será mayor cuanto más prolongado y frecuente sea el uso del mismo.
Chupete
y Síndrome del Muerte Súbita del Lactante (SMSL):
En la actualidad se apunta a que el chupete pudiera tener un efecto protector
contra la aparición de casos de SMSL. En el momento actual, todavía no se puede
afirmar con certeza total que el chupete sirva para prevenir el SMSL
Efecto analgésico del chupete:
El uso del chupete tiene demostrada su utilidad como una medida eficaz y simple
de calmar a un niño pequeño en situaciones de intervenciones menores y
procedimientos médicos ambulatorios, potencialmente dolorosos. Algunos ejemplos
corrientes pueden servir de ejemplo: administración de vacunas, extracciones de
sangre, curas etc.
EFECTOS POTENCIALES DEL
HÁBITO DE SUCCIÓN DEL PULGAR
Succión del pulgar frente a hábito de uso del
chupete ¿Qué puede ser más perjudicial?:
Los efectos sobre la dentición y formación de la boca no son muy distintos,
dependiendo de si el objeto del chupeteo es el chupete o algún dedo del niño.
Sin embargo las siguientes son diferencias entre ambas situaciones:
· El hábito de uso del chupete es mucho más fácil de interrumpir. Sobre el
chupete, los padres siempre tendrán más control que sobre el uso del dedo. El
chupete siempre se podrá tirar a la basura y decirle que ha desaparecido
(“misteriosamente”). El dedo, por el contrario, siempre lo tendrá a mano (nunca
mejor dicho).
· Los chupetes resultan ser objetos de succión más blanditos y causan menos
daño a los dientes, sobre todo si la elección del chupete es correcta (ver más
abajo).
· El recubrimiento del chupete permite aliviar la tensión ejercida sobre los
dientes.
· Los chupetes pueden lavarse enérgicamente, todas las veces que haga falta.
RECOMENDACIONES ACTUALES Y
PROBABLE INTERVENCIÓN PARA MODIFICAR EL HÁBITO DE SUCCIÓN DEL PULGAR
Consejos:
-No le castigue por la
práctica del chupeteo del dedo. Hay que usar la estrategia opuesta, es decir se
trata de proporcionar refuerzo positivo felicitándole y premiándole con unas
mayores atenciones cuando no lo esté haciendo.
-Para el niño que quiere
abandonar el hábito, resulta a veces útil envolverle el dedo con una tirita que
le servirá de recordatorio de que debe dejar de chuparse el dedo. Puede aceptar
también ponerse un guante durante el sueño nocturno. Cuando su hijo tenga
suficiente edad para comprender los posibles resultados del hábito, se le puede
informar sobre lo que le puede pasar a sus dientes y a su boca si continúa
chupándose el dedo.
QUE SE DEBE HACER PARA
PREVENIR LAS CARIES DEL BIBERÓN
No permita que su hijo se quede dormido tomando del biberón o que este todo el
día jugando con un biberón. Limpie las encías y dientes del niño tras las
tomas, al menos una o dos veces al día. Use una gasita estéril, algo humedecida
en agua. Haga esto tanto después de tomas del biberón, pero también DESPUÉS DE MAMAR
DEL PECHO, si su hijo se alimenta con lactancia materna.
RECOMENDACIONES ACTUALES
SOBRE EL CHUPETE
¿Cuál puede ser ese uso
moderado y prudente del chupete?
· NUNCA INTENTE CALMAR A UN NIÑO QUE LLORA
ENDULZANDO EL CHUPETE CON AZÚCAR O MIEL.
· Procure no utilizar el chupete durante los primeros días de vida. Intente
no introducirlo hasta que la lactancia materna se haya establecido
completamente. La única excepción a esto podría ser un niño prematuro
en el hospital.
Cuando su hijo llora
reclamando la toma, déle ya de comer. No use el chupete para apaciguar las
ganas de comer del niño que llora porque le toca la toma, ó para retrasar la
toma hasta una hora determinada etc. SIEMPRE DEBERÁ COMPROBAR SI SU HIJO TIENE
HAMBRE (O ESTA CANSADO O ABURRIDO) ANTES QUE, SIMPLEMENTE, PONERLE EL CHUPETE.
Hay que comprobar siempre si el niño puede tener alguna de estas necesidades, y
satisfacérselas, antes que recurrir a ponerle el chupete.
· NUNCA CUELGUE EL CHUPETE DEL CUELLO DEL NIÑO CON CORDELES O
CADENAS. Puede ser motivo de estrangulación o sofocación del niño. Puede usar
fijadores o pinzas con cintas o cadenitas cortas de plástico para sujetarlo a
la ropa.
No fabrique chupetes
caseros, usando tetillas de biberones usados o materiales similares
Vigile si su hijo muerde o
mastica el chupete con sus dientes. No le permita usar el chupete si hace esto.
Un chupete deteriorado y mordisqueado también puede constituir un peligro para
su hijo (atragantamientos y sofocaciones por aspiración de trocitos
desprendidos etc.)
Hay que ser más
restrictivos, y limitar mucho el uso del chupete, en los lactantes y niños
pequeños que presentan otitis crónica u otitis agudas recurrentes.
El chupete siempre debería
ir acompañado de otros reconfortantes “extras” que los padres o cuidadores
pueden proporcionar (acunarlo, cogerlo en brazos, cantarle una nana para
dormirlo etc.)
· Cuando quiera succionar entre tomas, el chupete puede resultar una ayuda.
CONSEJOS PARA LA RETIRADA DEL CHUPETE:
- La edad ideal para retirar activa y definitivamente
el chupete es hacia los 3 años. Previamente, ya en la segunda mitad del primer
año se debe comenzar a limitar progresivamente su uso. En el segundo año
conviene tener restringido el recurso al chupete a sólo algunas situaciones,
como cuando se vaya a la cama o en situación de mucha tensión emocional.
-Nunca recurra a castigos o
medidas humillantes para forzar a su hijo a abandonar el hábito del chupete.
Reprender a un niño mayorcito por usar el chupete, dificulta su retirada
definitiva. Alabe a su niño cuando logre dejarlo definitivamente
-Procure hacer partícipe a
su hijo en la decisión de abandonar el chupete. Intente involucrarlo
ofreciéndole, por ejemplo, que elija entre diferentes posibilidades,
manifestándonos sus preferencias.
-Se le puede plantear para
que elija entre tirarlo a la basura, enviarlo a la casa de los abuelitos,
dejarlo una noche bajo la cama para que lo coja el ratoncito Pérez, implicar a
algún familiar (por ejemplo el padrino),
-Explique lo que le puede
pasar a su boca, y lo “fea “que se le puede quedar, si se sigue usando mucho
tiempo el chupete.
-Si tras conseguir que
abandone el chupete, su hijo vuelve a acordarse de él en los días siguientes y
lo pide de nuevo (cosa que probablemente ocurra). Sea firme. Recuérdele que ya
no hay chupete, y que el ya ha crecido y no usa esas cosas.
-Algunos niños recurren al
hábito de chupeteo para, simplemente, reclamar atención.
- No precipitarse. No
obligues al niño a dejar el chupete antes de que disponga de madurez
suficiente, porque es probable que entonces comience a chupar el dedo.
- No ridiculizar. Las riñas,
amenaza, burlas, chantajes o castigos son ineficaces y sólo sirven para minar
seguridad y autoestima del niño generándole introversión y timidez
- Buscar el momento idóneo. Evita
que la retirada del chupete coincida con circunstancias generadoras de
ansiedad, como un cambio de domicilio o de habitación, el nacimiento de un
hermanito, la retirada del pañal, la separación de los padres, etc
- Reforzar la autoestima. Alaba
sus logros con regularidad y fomenta su deseo de ser mayor
- Retíralo poco a poco. Debe acostumbrarse a no utilizarlo. Poco a poco vete alargando los periodos sin
utilización del chupete, hasta que sólo lo use para la hora de acostarse.
- Usa trucos .A veces
funciona regalándoselo a alguien que lo
necesite más “, dejárselo a los reyes magos…. Etc
-Esconde el chupete. Cuando
esté en pleno proceso de deshabituación, no lo dejes a la vista del peque.