Estamos en época...y aunque sea un tema peliagudo, y que a todos “nos pica” cuando hablamos de ello o lo pensamos, la información a tiempo es una gran ayuda...
ANTE TODO:
Regla número uno: mantener la calma. Tener piojos no significa más allá que debemos erradicarlos de nuestra cabeza, pero no es motivo de vergüenza. Al contrario de lo que se pueda pensar, tener piojos es algo bastante habitual. De hecho, según la Asociación Española de Pediatría, junto con el resfriado común es una de las enfermedades más contagiosas.
A pesar de su larga historia atacando a los humanos y especialmente a los niños, los piojos no tienen intención de desaparecer. Estos temidos y diminutos insectos campan a sus anchas todos los años y vuelven con especial fuerza después del verano. La pediculosis es un problema real que suele afectar al principio del curso escolar, es tremendamente molesto y altera el ritmo de vida del niño, sin hablar del aislamiento y consecuente crisis de autoestima que puede generar a ciertas edades.
Se trata sin duda de un problema tan común como la gripe (una de cada tres personas reconoce tener o haber tenido piojos) y que no depende de la higiene personal ni del nivel educativo. Prefieren las cabezas limpias y cualquiera está expuesto a sufrir el ataque de estos pequeños insectos. Tampoco se relacionan los brotes con una determinada raza o clase social, ni está más expandido por determinados países del mundo.
La época del año en la que más se propagan es a la vuelta del verano. El motivo es que los chavales comparten toallas, gorras, etc., y es así como se produce el contacto de cabeza a cabeza: la única manera de transmisión de estos insectos.
Protección eficaz
Los expertos recomiendan protegerse para evitar el contagio. “Si se conoce que hay piojos en el círculo familiar o en la escuela es importante protegerse”, explica Carlos Marina, presidente de honor de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha. “Hoy en día existen productos de venta en farmacia con olor agradable para los niños y muy eficaces”, añade.
Es importante que los padres revisen a sus hijos y en caso de brote, informarlo a la escuela. Una vez detectados, hay que combatirlos con un anti piojos de venta en farmacia y seguir estrictamente las indicaciones para erradicarlos totalmente. En una semana se puede acabar con ellos y volver a la normalidad de las clases.
Los expertos recuerdan que cortarse el pelo no es una medida efectiva (los piojos pueden vivir en un centímetro de cabello), y que tampoco el vinagre ayuda totalmente a que estos insectos desaparezcan.
Si hemos detectado piojos en casa, debemos lavar toda la ropa y los objetos que han estado en contacto con la persona infestada a más de 60º o hervirlos. También la ropa de cama. Los peluches y algunos objetos de los niños pueden ser guardados herméticamente en bolsas de plástico durante unos días y posteriormente aspirarlos (recordemos que un piojo no sobrevive más de dos días fuera de la cabeza humana). Debemos limpiar muy detalladamente el hogar. Se recomienda la aspiración mecánica de toda la casa y desechar la bolsa de la aspiradora al finalizar.
Los colegios suelen alertar a los padres cuando perciben la existencia de piojos para evitar que se propaguen entre más niños. Mandan una carta, ponen carteles informativos o les dicen a los niños que lo avisen en casa. Ante esta situación no debemos alarmarnos, no significa de inmediato que nuestro hijo tenga piojos, sino que se encuentra en un ambiente en el que los hay y que podría estar contagiado, o no, o podría contagiarse en un futuro próximo.
Lo primero que ha de hacerse entonces es inspeccionar la cabeza del niño para descartar todas las dudas. En el caso de que tenga piojos, no debemos alarmarnos, no es un drama, y empezar inmediatamente con un tratamiento pediculicida adecuado y continuar con el proceso a seguir en el caso de infestación. Además, debemos comprobar que otros miembros de la familia no se hayan contagiado también.
Si, por el contrario, no encontramos piojos ni liendres ni síntomas de contagio tampoco debemos olvidarnos del asunto. El hecho de que nuestro hijo esté inmerso durante gran parte del día en un ambiente en el que hay piojos supone que debemos estar prevenidos para un posible contagio. Por tanto, hemos de tomar en consideración las medidas de prevención: evitar el contacto directo cabeza a cabeza, no compartir utensilios u objetos del pelo entre los amigos y familiares, llevar el pelo recogido, usar una colonia repelente con olor infantil para que el niño no se sienta incómodo…
Por supuesto, las revisiones periódicas del cuero cabelludo han de continuar y con mayor insistencia que de manera habitual, aunque no hayamos detectado la presencia de piojos en el niño en ese momento. Es recomendable incluirlas como parte de una rutina, por ejemplo, tras el baño o la ducha del niño. La detección precoz es fundamental para deshacernos de los piojos en caso de contagio.
En ambos casos, tanto si encontramos piojos en el niño como si no, no debemos ocultárselo. El niño puede ayudar a prevenir el contagio con otros niños, evitando el contacto directo y no usando objetos de la cabeza de compañeros. Pero cuidado, tener piojos es algo muy común y en ningún caso un drama, por lo que debemos concienciar al niño en este sentido y no, traumatizarlo.
Uno de cada cinco españoles se sentiría avergonzado si su hijo tuviera piojos, seis de cada diez cree que la suciedad en el pelo aumenta el riesgo y la mitad de la población aún utiliza vinagre como tratamiento. Estas son algunas de las conclusiones de la Encuesta Filvit sobre Pediculosis
El estudio ha sido elaborado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y el Centro de Información de la Pediculosis, durante los pasados meses de junio y julio, entre 2.000 personas. Es el primero de estas características que se realiza en España. Las entrevistas realizadas muestran, entre otros, los siguientes datos:
- 4 de cada 10 hogares con niños en edad escolar ha tenido piojos alguna vez.
- 6 de cada 10 encuestados asocian la suciedad del pelo con el riesgo de contagio.
- Dos tercios de los españoles creen que se puede combatir los piojos cortándose el pelo.
- La mitad de los entrevistados consideraron el olor como una característica importante a la hora de elegir un pediculicida o un protector contra los piojos.
- Sólo 1 de cada 10 encuestados asegura acudir a la farmacia en busca de consejo o tratamiento en caso de pediculosis.
- 3 de cada 10 padres aseguran que dejarían de llevar a su hijo al colegio por unos días en caso de presencia de piojos.
- El mismo porcentaje, 3 de cada 10, asegura que sacaría a su hijo del centro ante una infestación si éste se lo recomendara.
- 8 de cada 10 afirma que avisarían al colegio en el caso de descubrir que sus hijos tienen piojos y tomarían medidas protectoras con el resto de la familia para evitar el contagio.
- Más de la mitad de los encuestados confiesa que ha recurrido al vinagre para hacer frente a la invasión de piojos.
La encuesta revela los falsos mitos de la población ante los piojos, en el inicio del curso escolar.
Bibliografia: Centro de información de la pediculosis.
